Inma del Valle editorial en Japón
Uno de los países que más ganas había tenido siempre de visitar es sin duda Japón. Desde siempre me ha atraído mucho a todos los niveles: su cultura, su gastronomía y su filmografía me parecen fascinantes. Tanto a nivel de luces y sombras como de colores, el nivel artístico es brutal. Este mes de marzo por fin he podido realizar uno de mis sueños y he hecho un editorial en Japón.
Editorial de moda en Kyoto
Este trabajo ha sido para la boutique de kimonos de lujo más prestigiosa de Japón, Shosa en Kyoto. Estuve planeando con todo detalle durante meses lo que sin duda ha sido un resultado increíble. Tanto la dueña de la boutique como los modelos que elegí me ayudaron a hacer exactamente lo que tenía en mente y con dos frases en inglés, supieron captar la esencia de lo que quería transmitir.
La modelo Michiko y su pareja Taro fueron totalmente profesionales y encantadores.
Desde el primer momento que los vi supe que debían de ser ellos. Michiko es todo lo que la mujer japonesa representa: elegancia y belleza. Aparte tiene esa mirada que lo dice todo. Con Taro se nota que tienen esa complicidad y están enamorados lo cual era importante para lo que yo tenía pensado.
Boutique de kimonos de lujo en Japón
Habíamos acordado ir un día antes a la boutique Shosa para escoger los kimonos que estarían en esta editorial en Kyoto. Está en una casa típica japonesa de madera preciosa de dos plantas. La puerta principal tiene las cortinas de lino beige con el logo de la marca. Al pasarla te encuentras con puertas correderas y por supuesto hay que descalzarse como en todas las casas de Japón. Nos recibieron con los brazos abiertos y una gran sonrisa.
La dueña nos enseñó la boutique que es amplia y acogedora, con suelos brillantes de madera oscura. La parte de arriba tiene una decoración más industrial que se mezcla con lo tradicional. Tenían en exposición kimonos de seda que son una auténtica obra de arte. Escogí un par de sitios que me parecieron perfectos para las primeras fotos. Ya en la parte de abajo que están todos los kimonos que normalmente ofrecen me preguntaron cual quería .Yo sabía que definitivamente lo quería con tonos rojos y me trajeron uno que era de una nueva colección. Cuando lo abrieron de su envoltura supe enseguida que era ese, me encantó y no había que buscar más.
Editorial de moda en Kyoto
Quedaba por escoger los demás accesorios que utilizan como por ejemplo el obi que es el cinturón ancho de tela que se anuda por detrás,el obidome que es como un cordón que va por delante del obi, el kanzashi que es un accesorio para el pelo, un abanico y sombrilla. También escogí para Taro un kimono que combinaba muy bien con el rojo y sus accesorios correspondientes. Felices con la elección nos despedimos hasta el día siguiente. Pasé todo el día y la mañana siguiente buscando las localizaciones perfectas para cada momento de esta editorial en Japón.
Kyoto sin duda es una de mis ciudades favoritas, tiene esa mezcla en sus calles de lo tradicional y lo moderno. A cada paso ves parejas jóvenes vestidas con kimonos que van a tomar el té cogidos de la mano. Hay calles famosas por donde puedes ver pasar Geishas o Maikos que son espectaculares. Luego están los maravillosos templos que seducen con sus formas y colores.
Se entremezcla todo esto con la cantidad de turistas que inundan sus calles, con el ritmo frenético de los locales que van y vienen a sus trabajos. En el metro por ejemplo me sorprendió la educación y respeto que tienen al no hablar nadie manteniéndose en silencio durante los trayectos. De esa forma no molestan, es otro concepto que solo causa admiración. Sin duda Japón me estaba enamorando a cada momento y me encantó poder escoger rincones para este editorial.
Esos días había una borrasca de frío y agua nieve en Kyoto. Salimos desde las 8am con nieve a marcar el trayecto para que no perdiéramos ni un minuto esa tarde y que supiéramos exactamente donde llegar con el taxi y los modelos para no hacerles el camino aún más duro (en Kyoto todo son cuestas…).
Cuando entramos nos saludamos felices, en persona era aún más guapa. Michiko ya estaba casi lista y empecé a prepararlo todo. Había comprado unas ramas de cerezo en flor para una foto que tenía en mente y quería hacer. Como sabéis es muy característico de Japón el Sakura que son las dos semanas que florecen los cerezos al año y son preciosos. Mi viaje a Japón soñado era ir a ver sakura con los ciervos en Nara, así que esta flor no podía pasar desapercibida en la editorial.
Arte y cultura japonesa
Subimos a la planta de arriba y desde el primer segundo Michiko entendió cada idea que le planteaba. Yo quería que esta editorial en Japón tuviera como inspiración una historia de amor imposible basada en el término In- Yun, Se trata de una relación que va más allá de una vida. Quería que hubiera un deseo y una pasión entre ellos como si fueran una pareja que se quiere con locura pero que no están destinados a ser. Cada fotografía quería que representara eso precisamente, cada gesto y cada mirada. Ella lo supo entender a la primera y fue muy fácil conseguir que lo transmitiera. Sin duda había acertado plenamente al escogerla a ella como modelo. Luego vino Taro que una vez ya vestido se le unió justo para empezar con una foto especifica que quería con hilo rojo sujeto entre sus bocas significando “el hilo que nos une”. Siempre he pensado que hay personas que están unidas en la distancia por un hilo invisible.
De la boutique Shosa nos fuimos todos en taxi a una parte de la ciudad que había escogido para seguir. La luz era muy importante y quería conseguir hacer fotos especificas antes de que se fuera el sol. Hacía mucho frío y corríamos de un lado para otro entre calles estrechas e incluso entre coches. Michiko y Taro fueron tan profesionales, hicieron todo lo que les dije sin queja ninguna. Terminamos en el barrio de las Geishas en Pontocho. En callejones estrechos con las lámparas de los restaurantes encendidas y aprovechando cuando no había gente de un lado a otro. Aunque no habláramos japonés, no os podéis imaginar la conexión que hubo este día, cada vez que Michiko me oía decir “super” sabía que tenía la foto y sonreía.
Conseguí todo lo que me había propuesto y felices terminamos esta editorial en Japón.
Ella estaba muerta de frío, había 3 grados…os podéis imaginar, asi que corrieron a cambiarse y nos metimos en un bar de sake a celebrarlo. Brindamos felices por lo que había sido una tarde mágica y ya veis el resultado. Ha merecido la pena el esfuerzo y toda la preparación, les doy las gracias a los modelos y a Shosa por su confianza y ayuda. Espero que nos volvamos a ver en otra ocasión, Japón te llevaré siempre en mi corazón.
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