Fotógrafo pedida de mano en Mallorca por Inma del Valle.

Fotógrafo pedida de mano en Mallorca

Sin duda una de las cosas más bonita que me trae mi profesión de fotógrafo en Mallorca es poder conocer a muchas personas. A veces existe una conexión especial con ellas y de ser extraños pasamos a una bonita amistad. En esta ocasión ha sido así desde el principio y no me preguntéis porqué, ha sido increíble. Pedro me contactó un día contándome que necesitaba un fotógrafo para su pedida de mano en Mallorca. En la conversación por teléfono lo notaba ilusionadísimo y con los nervios normales siendo una ocasión tan especial.

Por supuesto le dije que estaría muy feliz de poder ser su fotógrafo para esta pedida de mano en Mallorca. Para organizarlo todo nos mensajeamos varias veces y él me explicaba como quería hacerlo y que todo fuera una sorpresa claro. Lo más gracioso es que tiene una hija que se llama Noa y mi perrita también se llama así. En seguida hubo muy buen feeling por las dos partes y quedaba que nos conociéramos en persona.

Fotógrafo en Mallorca

Precisamente esa semana tenia yo una exposición de las obras que hice en marzo en Japón. Le invité a la inauguración de Una noche en Kyoto con su chico Manu. Por supuesto teníamos que hacer como que yo no sabia nada de la pedida y que solo íbamos a hacer una sesión de fotos de pareja.

Nos conocimos el día de la exposición por primera vez. Nada más entrar en el restaurante llamaron la atención y es que son guapísimos los dos. Hacen una pareja increíble con un estilo muy elegante. En seguida me acerque a darles un abrazo y la bienvenida agradeciéndoles que estuvieran en un día tan especial para mí. Además, los dos vienen del mundo creativo al dedicarse a la arquitectura y el diseño. Aprecian el arte muchísimo lo cual me encanta. Hicimos bien el papel y Manu no se dio cuenta para nada de que yo iba a ser su fotógrafo para su pedida de mano en Mallorca.

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Cuando llegó el día de la sesión de fotos yo ya había quedado antes con Pedro a tomar algo para ultimar los detalles. Me había enseñado el anillo que es precioso y muy elegante. Había comprado una botella de champagne Ruinart para brindar después de la pedida y en la mochila llevé copas también. Estaba todo preparado y teníamos muchas ganas y nervios. Quedamos para hacerla un día en un sitio espectacular que yo conozco y que me parecía perfecto para ellos.

Fotografía pedida de mano en Mallorca

Llegaron los dos con varios cambios de ropa en el coche para escoger y accesorios. Iba a haber un cambio después de lo que llevaban puesto. Iban los dos de blanco ibiceño como recién salidos de un anuncio, guapísimos. En seguida nos pusimos de camino, primero está la zona de bosque y luego la de mar. Pedro nos miraba a escondidas sin casi poder esconder la emoción, estaba que no podía más.

Nunca habían estado por este sitio y les pareció súper bonito. La verdad es que vivimos en un paraíso y tiene sitios escondidos que solo saben algunos isleños. Poco a poco nos fuimos adentrando en el bosque y empecé a hacerles fotos. Es normal que al principio haya unos nervios sobre todo si nunca te has hecho una sesión de fotos. Sin embargo con ellos fue todo muy fácil enseguida se sintieron a gusto. Había una luz brutal que se filtraba por entre los arboles y era muy bonita. Yo les dije de hacer varias cosas y entre risas salían las fotos que estaban quedando muy bien.

Nos dirigimos a la zona de rocas y mar que a mi me encanta, hace unos años hice una editorial sobre la sostenibilidad en bodas aquí que fue mágica. Teníamos la suerte de que al ser un lugar secreto no había nadie y para mí como fotógrafo de pedida de mano en Mallorca era importante. Además, como iba a ser algo muy íntimo y especial era mucho mejor que el sitio estuviera vacío.

Propuesta de matrimonio en Mallorca

Les hice cambiarse de ropa, habían traído unas túnicas y unos pantalones negros que les quedaban perfectos. Yo ya veía que la luz estaba más suave y que el sol poco a poco bajaba. Se acercaba el momento y los puse en posición. Había acordado con Pedro que haría como un juego en el que Manu tenia que cerrar los ojos. Entonces Pedro se acercaría a él por delante y se pondría de rodillas con el anillo en las manos.

Tal cual, nos pusimos en posición y Manu esperaba con los ojos cerrados. Pedro hincó la rodilla y Manu abrió los ojos, fueron unos segundos mágicos. Los dos se miraban con lágrimas en los ojos, Manu no se lo podía creer . No se había imaginado para nada que esto fuera a suceder y estaba en shock. Se fundieron en un abrazo precioso llorando y besándose llenos de emoción. Nosotras estábamos también con lágrimas en los ojos, fue tan bonito que jamás se me olvidara en la vida este momento.

Sacamos la botella de Ruinart y los vasos para que brindaran por su felicidad. Se subieron a lo alto de las rocas y el champagne explotó de alegría como bendiciendo lo que acababa de pasar. Brindaron y todavía llenos de emoción continuamos un poco más con la sesión. La puesta de sol se quiso unir a toda esta felicidad y juntos miramos y pedimos un deseo.

Sin duda ha sido muy bonito poder ser cómplice y testigo de esta explosión de amor, sentimientos y emociones. Van a tener muchas fotos bonitas para recordarlo y esperamos poder compartir más ocasiones así en la vida. Seguro que a su hija Noa en un futuro le hará mucha ilusión verlas. Son grandes papás y personas tan guapas por dentro como por fuera que se quieren de verdad con mucho amor. Les deseo toda la felicidad del mundo y les doy las gracias por confiar en mi.

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